La revista Axxis Número 238 publicó el siguiente artículo en la sección - Especial Construcción-
ESTRUCTURA REFINADA
Una fachada homogénea y escultórica protege 21 apartamentos diseñados con la elegancia de quienes los habitan provisionalmente.
Lujo, sencillez y elegancia describen este diseño arquitectónico de la firma Samper Arenas Umaña (SAU Arquitectos), también encargados de su construcción. Su lenguaje distintivo se percibe desde la fachada: construida con prefabricados de concreto color ocre. Se trata de 8010 Urban Living, un concepto de vivienda de corta estadía ubicado en el barrio El Retiro de Bogotá.
Lograr que todos los materiales transmitieran la concordancia que buscaban los constructores no fue tarea fácil. La fachada principal resulta de los retrocesos volumétricos que se hicieron para que cada apartamento tuviera un balcón que a su vez, se convierte en una extensión del área social gracias a las enormes puertaventanas (2.80 metros de altura) que se abren en su totalidad para disfrutar de la vista. La fachada lateral mantiene el lenguaje arquitectónico y lo complementa con una malla microperforada metálica que oculta las ventanas de servicio con el propósito de otorgar privacidad interior. Esa combinación precisa del concreto modulado arroja como resultado un trabajo escultórico, tal y como fue concebido por sus creadores. Otro gran reto tuvo relación directa con la forma irregular del lote y los edificios colindantes, un aspecto indispensable para proyectar la edificación, así que la arquitectura respondió a cada requerimiento espacial de acuerdo con las condiciones intrínsecas del espacio existente.
Y cuando el esqueleto se completó, el interior cobró vida. Su corazón se conformó con esferas de cristal colgantes: lámparas Bocci ubicadas en el lobby de doble altura.
En el segundo piso, el puente conecta las salas de reunión con la zona de recepción. La transparencia de las barandas solo se ve interrumpida por el remate de madera
Enmarcadas y contrastadas con muros enchapados con mármol Portorro Negro. El resto de la iluminación del edificio estuvo a cargo de High Lights.
La primera "capa" que se revela, en la planta baja, es el acceso vehicular, donde están algunas oficinas y unos pocos parqueaderos de visitantes. Al fondo se encuentra un tesoro ambiental que desde siempre ha hecho parte del lote y que los arquitectos conservaron: un pino que se eleva al descubierto, tan suficientemente poderoso como para ser el único elemento distractor.
En el segundo piso esta compuesto por salones de reunión, con mobiliario de Herman Miller y muros de madera zapán. Todos tienen salida a una terraza interior y al balcón que atraviesa la fachada de acceso al edificio.
Subiendo las escaleras o el ascensor, el edificio expone su intimidad con apartamentos con sala, comedor y cocina abierta, baño social y balcón; los penthouses o los más grandes tienen dos alcobas con baño y una, además con vestier. Desde allí el panorama exterior se aprecia desde los balcones que permiten el ingreso de la luz natural.
El diseño interior corrió por cuenta de la firma Sokoloff Sewerin Ark, de Gregorio Sokoloff, que se caracteriza por la sofisticación y la atemporalidad de cada uno de sus detalles: tapetes de la firma Tai Ping, lámparas de Restoration Hardware y Tolomeo, de Artemide, comedor con mesa de CB2 y sillas de Thonet, el sello vanguardista que invita a los huéspedes a una noche tan confortable como lujosa.
El mármol gris del mesón de la cocina y el piso Kahrs, color negro, generan un ambiente cálido y sofisticado.
El muro enchapado con madera Flor Morada, donde se apoya la cama, sirve para soportar y generar accesos al closet.
Cocina abierta, comedor amueblado con mesa de seis puestos de CB2, sillas blancas de Thonet y sofá de tres puestos de Milano Bedding definen un estilo cómodo y bien estructurado en el interior.
Lámpara de piso Royal Marine Tripod de Restoration Hardware y tapete de Tai Ping.
Los enchapes de madera Flor Morada también están presentes en las alcobas, y contrastan con el uso del textil en la cabecera de la cama.