El edificio 80/10 es un inmueble de 21 apartamentos que ha sido proyectado con el fin de alojar temporalmente a diplomáticos, empresarios y otros viajeros de larga estadía que buscan la independencia y la comodidad del hogar.

TEXTO: Celia Armenteras

FOTOGRAFÍA: Jorge Gamboa

Celia Armenteras  –  HABITANDO EL ESPACIO: Un lugar de bienvenida  –  Revista Habitar  –  Agosto de 2013  –  Número 250  –  Páginas de la 20 a la 28

 

 

 

 

 

5.400 metros cuadados de detalles pensados para la comodidad de los residentes temporales, que encuentran tranquilidad a través de los jardines, los salones, los apartamentos equipados y las terrazas de bella panorámica.

Situado en el costado oriental de un parque repleto de árboles y lindado con una de las zonas comerciales más cotizadas de Bogotá, un edificio de apartamentos, sobrio y en blanco y negro, llama inevitablemente la atención de los transeúntes. Su arquitectura y distribución están determinadas por el contorno, muy irregular y de ángulos muy pronunciados del lote en el que se levanta, y por las construcciones colidantes, unas casas unifamiliares de conservación arquitectónica y un edificio de viviendas, racionalista, construido en los años cincuenta del siglo pasado. Ignacio Samper, de la oficina SAU Arquitectos, Samper, Arenas, Umaña encargada del diseño y de llevar a cabo el proceso de construcción, comenta que siguieron las pautas definidas por los propietarios, quienes guiaron sus decisiones acompañado de la interventoría de diseño que llevó a cabo la firma Sokoloff Swewrin y construyeron un inmueble llamativo, de aspecto contemporáneo, alejado de la tradicional arquitectura bogotana en ladrillo cuya implantación resulta respetuosa con sus vecinos.

Los arquitectos de Samper Arenas Umaña, que desarrollaron el proceso de diseño con la participación de Juan Francisco Pareja, concibieron el edificio a partir de la compleja implantación buscando una imagen exterior única, donde la fachada fue determinante en el desarrollo del interiorismo. El concepto se centró desde el principio en crear un solo elemento, un volumen uniforme, lineal de arriba abajo, en el que se ocultaron algunos detalles y las ventanas más pequeñas, propósito que se logró camuflándolo todo tras una malla semitransparente. La construcción se compone de dos módulos bien diferenciados: una torre de nueve plantas que se levanta libre, separada de kas viviendas aledañas y una plataforma en vidrio de empate con los vecinos los pisos bajos, un cubo de concreto suspendido de la fachada flotante en el tercer piso -ventana del área social de uno de los apartamentos- que se adhiere al edificio colindante sin interferir en la luz que recibe ni en su panorámica. La fachada flotante es en vidrio con textura microperforada en serigrafía negra. Con el fin de ventilar los garajes y ocultar las oficinas, en algunos puntos, el vidiro se reemplazó con una rejilla que reporduce la misma textura, para darle uniformidad al diseño. Un antepecho corrido separa intencionalmente la entrada del resto del volumen, idea que se mantiene al interior generando diferencias formales entre los dos primeros niveles (recepción y salones de reuniones) y el área de vivienda. Alterna con la malla y el vidrio, el concreto ocre prefabricado por Prefabricaciones y Proyectos.

Resulta cautivadora la doble altura de la entrada principal, cuya amplitud se resalta con la aplicación de mármol negro y la lámpara de Bocci, que cuelga imponente sobre el piso en granito negro absoluto, tratado sin brillo para controlar los reflejos. Una escalera de granito sobre eestructura metálica con pasamanos en vidrio y madera sube al foyer, el el segundo piso: un espacio amplio con estación para el café, salones dotados con tecnología de vanguardia, preparados acústicamente, con puertas corredizas que permiten adaptar modularmente los espacios y con salida a una terraza amplia en la que un jardín vertical, de la firma Paisaje Urbano, oculta las culatas de las viviendas aledañas. Los muebles utilizados en todas las terrazas y balcones son de Restoration Hardware.

Si bien el edificio 80/10 fue proyectado en su principio para alquileres corrientes, su distribución interior responde a la finalidad de ofrecer un recurso de vivienda temporal a diplomáticos o empresarios extranjeros de larga estadía (de al menos un mes) , confortable y hogareño, con las mayores comodidades ambientales y tecnológicas. Además de los 21 apartamentos individuales o familiares, el edificio cuenta en el segundo nivel con una serie de salones proyectados para reuniones que complementan idóneamente el concepto del proyecto.

El arquitecto Gregorio Sokoloff y su equipo, con David Rugeles, Verónica SAntos y Catalina de Guzmán, fueron los responsables del diseño interior. Los muebles y objetos acogedores de aspecto vivido y con espíritu “semi-retro”, se alejan del minimalismo y resultan muy adecuados con la idea de ofrecer al los huéspedes un hogar temporal. Destacan maderas y mármoles de gran calidad, cuero envejecido en algunos muebles, paredes cálidas sobre las que lucen los antiguos grabados de viajes elegidos con esmero.

En el penthouse, dos apartamentos coronaron el proyecto y se abren, con sus balcones, sobre la panorámica de la ciudad. Todos están dotados con una amplia cocina equipada con todos los electrodomésticos y menaje necesarios, baño principal y auxiliar, comedor, salón y dormitorio. Los pisos son en madera, de la firma sueca Kährs, distribuidos por Attmosferas; el mármol de los mesones es de Carrara y al igual que el negro Portorro del hall principal, fue importado y distribuido por GRanitos y Mármoles e instalado por Estrada Bernal; y la ventanería acústica de piso a techo, es de Montenegro Asociados y fue instalada luego de pasar por el laboratorio y ser sometida a estudios por Acustec. La automatización e iluminación LED de bajo consumo integrada en el edificio, es de Highlights con diseño de María Teresa Sierra.

El tiempo de construcción y dotación fue de tres años y al equipo de Ignacio Samper, Jaime Arenas y Guillermo Umaña se unieron los arquitectos colaboradores dirigidos por Juan Camilo Dussán en la construcción.